viernes, 7 de enero de 2011

Capitulo 45


Los días transcurrieron con calma.

Y yo aproveché cada instante para mortificar a Dimitri.

En el segundo y tercer día de espera para nuestro enfrentamiento, llevé sus comidas rutinariamente y además aproveché de someterlo a mis usuales regodeos que consistían en tocarle, besarle o recordar cosas de nuestro pasado.

Me encantaba ver su cara en cada una de esas ocasiones. No tenía precio observar como su rostro se desfiguraba ligeramente o como las emociones pasaban una después de otra o todas a la vez.

El deseo siempre estaba presente, junto con la culpa, el temor y, sí, para mi molestia, la esperanza seguía asomando su estúpida nariz de vez en cuando. Y cuando eso ocurría yo, felizmente, me encargaba de sepultarla al instante a base de recuerdos y palabras en las que le transmitía mi alegre estado de Strigoi y lo mucho que iba a disfrutar cuando él fuese como yo otra vez



Tenía a Dimitri de rodillas en el centro de la habitación mientras me dedicaba a girar a su alrededor, observándolo y hablándole.

Me agache a su espalda, acercando el rostro a un costado de su cabeza y dije:

- Sólo tienes unas cuantas horas más para decidir… - y arrastré mis colmillos por su cuello, sin perforar la piel.

Dimitri se estremeció. Tal vez por temor a que le mordiese o tal vez por placer. Aunque pudo haber sido una mezcla de ambas cosas.

- …y todo sería mucho más fácil para ti si accedieras voluntariamente estar a mi lado.

Dimitri giró la cabeza en sentido contrario al que me encontraba,  alejándose de mis palabras y ofertas.

En un segundo estuve de pie otra vez, frete a él y elevando su rostro hacia el mío con una mano, sin mucha sutileza.

- No te vas a librar de esto, Dimitri. La pelea sólo ara de este proceso algo más divertido, pero tú terminaras siendo como yo soy ahora. En nuestra contienda tú no serás el ganador.

- Puede ser- dijo él, como si no tuviese mucha importancia el resultado.

- No voy a dejar que te suicides tampoco- le informé al comprender el hilo de pensamiento de Dimitri. Puede notar como sus ojos se ampliaron ligeramente ante mi conocimiento de su posible plan de escape- Recuerda que pasamos mucho tiempo juntos antes, y sé que esa es una opción que yo misma hubiese tomado cuando era una Dhampir. Un pensamiento estúpido, por cierto.

Dimitri me miró con ojos apenados y dolidos, a punto de las lágrimas.

- Roza…

Antes de que pudiese decir algo más una carcajada salió de mi boca seguida de otra y otra.

Más dolor y pesar se fundió en su semblante mientras. Mi risa no era voluntaria. La verdad no estoy segura de si los Strigois podemos reír, pero yo sabía que reírme de él de esa palabra, de mi nombre en su lengua era algo que le dolería. Esa palabra había significado mucho tiempo atrás y yo recordaba eso.

- “Roza…” repeti, mientras volvía a girar a su alrededor. Cuando estuve de vuelta frente a él agregué:- ¿Por qué me gustaba tanto que dijeses mi nombre de esa manera? Ahora que lo escucho…mmm… no me parece tan bonito. De hecho, no me gusta.

Dimitri no me miraba. Él estaba observando sus propias manos sobre su regazo.

- Lo siento. No volveré a llamarte así.

- Muy bien-dije.

- Se me olvidaba que no eres ella. Me cuesta recordarlo.- dijo él unos cuantos segundos más tarde.

- ¿Qué yo no soy quién?- le pregunté, tomando su rostro nuevamente con una mano y obligándole a mirarme directamente a los ojos.

- Tú no eres Roza. Ella está atrapada allí dentro, pero tú no estás siendo ella- Dimitri me miraba con intensidad, como si esperara llegar hasta esa “Roza” que supuestamente estaba en mi interior.

- Pues yo no la siento aquí dentro- me toque con un dedo la cabeza para dar énfasis- No hay nadie más que yo aquí. Porque yo soy yo. Soy Rose Hathaway y no hay nada más. Esta soy yo ahora. Acéptalo.

- Tú sabes bien de lo que estoy hablando- el meneó la cabeza y sonrió como si sus propias palabras le causaran gracia- Me retracto - dijo-  Cuando regrese, cuando Roza, la verdadera Rose regrese, ella va a darse cuenta de lo que estoy hablando.

- Eso no va a ocurrir- solté su rostro con fuerza y salí de la habitación.

Luego de cerrar las puertas, caminé por el pasillo rumbo al despacho del Cartero. Le encontré allí, como siempre, revisando papeles. En esta ocasión estaba con una lupa mirando muy de cerca una hoja a pocos centímetros de sus narices.

- No sabía que los Morois necesitaran de una lupa para ayudar a su vista… ¿o es que te estás haciendo viejo y tus ojos ya están fallando?- lo ultimo lo pregunté con una gran sonrisa en los labios.

El Moroi no apreció mi ligero sentido del humor.

Dejó la lupa y la hoja sobre su escritorio y cruzo las manos sobre el mismo.

- ¿Qué quieres?- preguntó.

- Nada en especial. Vengo a preguntarte por el avance de los preparativos de la boda.

Eso pareció mejorar su ánimo.

El Cartero se sentó más derecho y me dio una mirada de satisfacción. Se inclino ligeramente hacia un costado de su escritorio, abriendo un cajón y hurgando en él.

- Bien- dijo- , los papeles están listos. He llamado a un ministro de fe amigo mío para que lleve a cabo la ceremonia mañana.

“Mañana” no era un buen día para mí. “Mañana” era el día en que Dimitri sería transformado en Strigoi y yo tenía toda mi atención en ello.

- ¿Mañana? ¿No puede ser hoy?

- No. Hoy no. Algunos amigos, a los cuales quiero presentarte no pueden venir sino mañana.

- ¿Qué tal pasado mañana, entonces?

- ¿Por qué no puede ser mañana?- pregunto a su vez el Cartero, levantándose de su asiento para rodear su escritorio y caminar hasta donde yo estaba.

- Tengo un compromiso para mañana.

- ¿Qué clase de compromiso es ese que te impide casarte conmigo?

- Un compromiso bastante importante para mi.

El Cartero se detuvo a un par de metros de distancia, observándome detenidamente.

Nos quedamos así por un momento. Nadie dijo nada mientras nos sosteníamos la mirada.

- Esto tiene que ver con el Dhampir que tienes encerrado, seguro.

No conteste y seguí con los ojos fijos en él.

- ¿Qué es lo que estas planeando?- su voz fue más severa y se acercó un par de pasos.

- Nada de tu incumbencia- siseé, dejando ver mis colmillos un poco.

- No me asustas. Tenemos un contrato ya firmado que incluye los días previos al matrimonio.  Así que no me amenaces ni uses ese tono conmigo, mujer.

Miré a otro lado sin nada más que poder decir. Apreté los puños con fuerza para contener en arrebato puro de querer rasgarle la garganta al Moroi que tenia al frente con los dientes de un solo tirón.  Más adelante tendría que pensar en algo para deshacerme de él sin perder los beneficios de ser su esposa… o su viuda, mejor dicho.

- Dime lo que estas tramando ahora mismo- dijo el Cartero.

Me tomé mi tiempo antes de contestar. Caminé lejos de él hasta llegar a la estantería lateral izquierda llena de libro. Pasé los dedos sobre los lomos despreocupadamente y dándole la espalda. Cuando sentí que el Moroi se daba la vuelta para mirarme dije:

- Voy a tener un pequeño encuentro cara a cara con él.

- ¿Qué quieres decir con eso?

- Voy a enfrentarme a él en una pequeña contienda.

Se quedó callado unos segundos y luego comentó:

- ¿Quién crees que ganará?

- ¿Lo estas preguntando en serio?

- El Dhampir era apodado “Dios”. Es jodidamente bueno. Por supuesto que dudo de tu criterio en esta estúpida idea de enfrentarte a él.

- Él no va a ganar- dije rotundamente.

- ¿Qué te hace estar tan segura de eso? El ha matado a muchos Strigois antes. No veo como vas a evitar que eso pase ahora.

- El no va a matarme porque su conciencia no va a dejar que lo haga y porque, por sobre todo, yo soy mejor que él. Recuerda que fue él mismo quien me enseñó mucho de lo que sé y que conozco cada uno de sus movimientos. Imposible que gane esta contienda.

- Estas muy segura de ti misma- dijo el Cartero pasando por mi lado y tocando un mechón de mi cabello en el camino. Odié la sensación. Estuve a punto de fingir arcadas.

- Lo estoy. Soy la mejor y voy a demostrarlo mañana.

- Estaré esperando ansiosamente a ver eso- dijo el Cartero, tomando asiento tras su escritorio.

- Ahora que ya estas enterado, quiero que me pases una de las habitaciones. La más amplia y vacía que tengas para llevar a cabo mi pequeña batalla.

- Eso no será posible- El cartero se inclinó hacia el escritorio, juntando sus manos con los codos sobre la madera y luego afirmando la barbilla sobre los dedos entrelazados.

- ¿Por qué no? Tienes un centenar de habitaciones aquí. Y varias lo suficientemente amplias.

- Todas están ocupadas con valiosas adquisiciones que coleccionó. No voy a trasladarlas de lugar para que tú puedas hacer tus jueguecitos. Tendrás que pelear con él en patio central o en los campos tras la mansión.

Esto entorpecía por mucho mis planes.

- Pelear en uno de los patios significa que tendré que esperar hasta que anochezca nuevamente- me quejé.

- Y ese, mi querida novia, no es mi maldito problema. Tómalo o déjalo.

“Maldito Cartero” pensé.

- Y, ahora que lo pienso un poco- dijo él- es mejor si esperas hasta la próxima noche. Así nuestros amigos podrán ver la pelea… y estoy seguro que todos disfrutaremos del espectáculo.

Lo consideré. No era tan mala idea. Después de todo… el momento en que Dimitri fuese derrotado sería confirmado por un pequeño grupo de espectadores, testigos de mi superioridad. Y luego… yo podría retirarme a cumplir con lo segundo que más deseaba. Transformar a Dimitri.

- De acuerdo. Será en el próximo anochecer entonces ¿Cuál es el mejor lugar?

- Los patios detrás de la mansión son más amplios, y no hay peligro de que destruyan nada valioso.

El Cartero estaba obsesionado con coleccionar antigüedades y cosas extrañas. “Allá él” me dije.

- Entonces allí se hará. Consigue buenas sillas para tus invitados. Incluso puedes hacer un juego de apuestas, si quieres.

- Bien pensado- dijo sonriente- Tú y yo haremos una excelente pareja, cariño.

- Si. Claro, claro.- le di la espalda y salí de su despacho.

La pelea se retrasaría un poco, pero la satisfacción del triunfo sería la misma.



Regresé a la habitación de Dimitri con otra de sus comidas y la dejé en la mesa, tal cual había hecho los pasados días.

Faltaban sólo unos cuantos minutos para que el plazo se cumpliese.

- Y bien… ¿Tomaste una decisión?- le pregunté, sentándome en la cama mientras observaba como él se desplazaba para comer lo de la bandeja.

- Voy a conseguir mi libertad.

- Bien.- guardé silencio y me dediqué a contar las imperfecciones en el techo. Antes de abandonar la habitación le dije:- La pelea será al anochecer de este día- Ya era pasada la media noche.

- Pensé que lucharíamos dentro de unas horas.

- Será en cuanto esté lo suficientemente oscuro como para salir a los patios de la mansión. Allí será la pelea y creo que el cartero traerá a algunos amigos a observar.

- Testigos…-murmuró Dimitri.

- Espectadores, sí. Más emoción para este juego.

Dimitri me miró y luego regresó a prestar atención a lo que había en su plato.

- Nos vemos entonces- dijo él y yo cerré la puerta tras de mí. Aún tenía cosas por planificar


6 comentarios:

  1. oohhhh!!!!!

    aahhh... q emocionante, ojala q le de su merecido a ese ruso creido...

    jajaj muchas gracias Alenita=DD
    exelente capi

    Team Ivashkov by: Jenny

    jajaja es q pss ya estaba conectado mi hermano, hay q aprovecharXDD

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  2. jajaj siiiiiii Rose le tiene que dar una paliza!!

    Alena ni se t ocurra que Dimitri gane!!

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  3. jjajjjaj... bueno, de seguro tu hermano también apoya a Adrian... eee... xD

    Tranquilas... Dimka no se escapa de los golpes ;P :D

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  4. alena yo amo a dimka pero la verdad es q me gustaria saber como serian los dos strigois aunque si la verdad ellos cuando se convierten en no-muertos no tienen sentimientos no se yo si me gustarian y x otro lado9 las chicas tienen razon quien seria lo suficiente fuerte para reconvertirlos en damphir otra vez pues no se total tu eres la escritora a ver q se te ocurre lo q elijas estara bien para mi y felicidades x tu blog aqui tienes a una seguidora

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  5. alena soy fatima pero como no tengo cuentas de las q piden pues tengo q publicar como anonimo y soy la q ha comentado el anterior coment anonimo

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  6. :D
    gracias!!!... estoy viendo ahora tu comentario en el foro también.
    Ahora sumo tu voto y lo publico allí.
    Gracias por pasar a leer y comentar :D
    Besos.

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